El ámbito de la Ortodoncia y el de la Periodoncia están estrechamente relacionados, ya que ambas áreas odontológicas comparten situaciones clínicas y objetivos. Cuando la salud oral del paciente es satisfactoria, el objetivo común es mantenerla y, siempre que sea posible, mejorarla. Cuando la salud está perjudicada, el ortodoncista debe supeditar los objetivos oclusales y estéticos a su recuperación.
Además, al planificar cualquier tratamiento de ortodoncia, el experto debe tener en cuenta la situación de los tejidos óseos y los tejidos blandos periodontales.
El periodoncista, por su parte, debe prevenir la aparición de aquellos problemas de las encías que estén relacionados con los movimientos ortodóncicos, además de tratar sus complicaciones.
Cuando se lleva a cabo un tratamiento de ortodoncia en pacientes con enfermedad periodontal, en primer lugar, hay que realizar un diagnóstico exhaustivo y completo para planificar el procedimiento. Es necesaria una valoración del paciente para comprobar si el complejo del periodonto va a permitir el mantenimiento de unas encías sanas antes, durante y tras el tratamiento. Además, es necesario comprobar si existe la cantidad de encía necesaria, capaz de soportar la ortodoncia.
Ante estos pacientes, el ortodoncista debe individualizar cada caso, ordenar las prioridades y estudiar las distintas posibilidades del tratamiento.
Existen tres tipos de alteraciones en la posición dental susceptibles de tratamiento ortodóncico en el paciente con afección periodontal:
— Malposiciones dentales que ya estaban al finalizar la erupción definitiva.
— Migraciones dentarias secundarias a parafunciones orales.
— Migraciones producidas por periodontitis.
Cualquiera de ellas justifica un tratamiento de ortodoncia, una vez que se ha solucionado la patología periodontal.
¿Qué objetivos tiene la ortodoncia?
La ortodoncia tiene los siguientes objetivos, entre otros:
- Mejorar la posición de los dientes.
- Distribuir las cargas oclusales de manera adecuada.
- Tratar mordidas cruzadas, abiertas y sobremordidas profundas.
- Reducir espacios interdentales.
- Tratar la impactación de alimentos por malposición.